Cuando la sociedad se reúne y sale a marchar en reclamo también es cultura.
El grito ahogado de los padres que perdieron a sus hijas. Los amigos que ya no pueden abrazar a sus amigos. Tanto dolor que se hizo carne y se grito ¡BASTA!
Ni una menos. Ese fue el grito que la noche del 3 de junio sobrevoló el cielo de nuestro país. A lo largo de 80 ciudades, las marchas repudiando y pidiendo el esclarecimiento de los femicidios, fue el tópico que hizo movilizar a miles de personas.
Una marcha que llegó con el dolor de conocer una nueva muerte. Una niña que pierde su vida a manos de un "hombre" que poco tiene de eso. Tan sólo 12 años y una vida por vivir quedan atrás de Micaela Ortega.
Nadie le va a devolver las hijas a estos padres devastados ante la más terrible tragedia que una persona puede vivir.
Por eso decimos ¡NI UNA MENOS, NI UNA MUERTA MÁS!
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